El cambio climático
¿Que és el cambio climático?
El estudio del clima es un campo de investigación complejo y en rápida evolución, debido a la gran cantidad de factores que intervienen. El clima de la Tierra nunca ha sido estático. Como consecuencia de alteraciones en el balance energético, está sometido a variaciones en todas las escalas temporales, desde decenios a miles y millones de años. Entre las variaciones climáticas más destacables que se han producido a lo largo de la historia de la Tierra, figura el ciclo de unos 100.000 años, de períodos glaciares, seguido de períodos interglaciares.
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Es debido a causas naturales y también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc.
Efecto Invernadero
El término "efecto de invernadero" se refiere es la retención del calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en la atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío. Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son liberados por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones.
Este aumento de la temperatura en la tierra conlleva unas consecuencias que exponemos a continuación:
El inusual calentamiento del Polo Norte, con temperaturas 20 grados más altas de lo habitual a estas alturas del año, puede acelerar el cambio climático y tener efectos catastróficos en todo el planeta, según advierten los expertos.
Las temperaturas que a estas alturas del año suelen descender hasta los 25 grados bajo cero se han quedado en los 5 bajo cero en zonas como el Mar de Kara (por encima de Siberia) donde la capa de hielo no ha llegado a cuajar, al igual que en el Mar de Barents (entre Rusia y Noruega), en el archipiélago de Svalbard o en el estrecho de Bering.
La superficie helada en el Ártico ha fijado de hecho un mínimo histórico para el mes de octubre (6,4 millones de kilómetros cuadrados), por debajo incluso del alcanzado por esas mismas fechas en el 2012, cuando se dispararon las alarmas por el derretimiento del Ártico. Los expertos advierten que el hielo se ha seguido contrayendo en las fechas en la que supone que debería haber empezado a expandirse después del verano.
Uno de los primeros impactos puede ser el calentamiento de la tundra y la liberación "natural" de grandes cantidades de metano, un gas cuyo efecto invernadero es hasta 20 veces más potente que el CO2. El deshielo de la tundra puede suponer también la sustitución prematura del manto blanco por el crecimiento de vegetación oscura que absorbe más calor.
Los bancos de pesca en el Ártico se pueden ver gravemente alterados, así como todos los ecosistemas septentrionales. La contracción de la capa de hielo puede contribuir al calentamiento de los océanos y a una alteración de los cambios estacionales hasta el sureste de Asia, con la anticipación de la época del monzón.
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Cuando vayas a comprar productos de electrónica, como un ordenador o una tele nueva, asegúrate de que son energéticamente eficientes.
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Aísla tu hogar: la pérdida de calor a través de las ventanas y puertas exteriores puede incrementar tu gasto en calefacción hasta un 20%, con el consiguiente consumo de electricidad y, por tanto, incrementando la emisión de gases que provocan el efecto invernadero.
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Utiliza el agua con mesura. No dejar el grifo abierto mientras te duchas o te lavas los dientes, aprovechar el agua de cocción para regar o reparar rápidamente un grifo que gotea son algunas de las medidas que puedes adoptar.
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Recicla todo lo que puedas. Separa la basura según cada tipo y procura reaprovechar la ropa o el calzado. Y, si se te estropea algún electrodoméstico o aparato electrónico, acércate a un punto verde para que lo traten correctamente.
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Si tienes que imprimir documentos, hazlo a dos caras. Reducirás el gasto en papel de forma considerable, especialmente si compras papel reciclado.
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Sustituye las bombillas incandescentes por luces LED, duran más y consumen menos energía.
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Compra productos de Comercio Justo, que se habrán producido en entornos respetuosos con el medio ambiente y con las personas que los producen.
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Instala dispositivos que te ayuden a ahorrar energía, como sensores de movimiento para las luces o los grifos. Tu bolsillo te lo agradecerá y el planeta también.
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Acostúmbrate a ir a comprar con tus propias bolsas reutilizables para consumir menos plástico.
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Si puedes evitarlo, no compres carne envasada: las bandejas de porexpán no pueden reciclarse y son muy nocivas para el planeta.
Tenemos que evitar esto!!
Tomando conciencia de lo que esta ocurriendo y adquiriendo estos sencillos habitos puedes ayudar a hacer de la tierra un lugar mejor, Esperamos que os haya gustado el blog, dejad un buen comentario
Solo tu puedes cambiar la situación!